-- Día 3: De Litchfield a Tulsa

2/8/10 - Publicado por Diego Blázquez

Good moning Spain!!!!! And also the whole of the world!!! Today, I am the router-writter of the day. My name is Santi.

Después de demostraros cual es el día a día, os empezaré a contar como a sido nuetro primer día, rutero de verdad. Es decir, hacer kilómetros a manta, sin parar... bueno, sin parar no, porque la verdad sea dicha, hemos parado más que el 27 por la Castellana. El caso es que salimos del hotel Super 8 de Litchfield por la 44 hasta Sant Loius con Diego al volante secundado con el equipo tecnológico por Celso y Gorogorito y yo tocándonos los... En fín, llegamos allí tras un rato de buscar sitio porque claro, los americanos son unos listos... ponen límites de velocidad, parquímetros y toda la pesca... pero luego van a la velocidad que les sale de las narices y aparcan donde les viene en gana, y claro, conducía Diego y hasta que el coche no quedo bien estacionado... jejeje. Yo soy igual, la verdad. Después de tardar en aparcar (había un partido de beisbol por la tarde de los Cardinals), teníamos 30 minutos del supuesto parquímetro para ver el Gateway Arch.


Esto es un arco gigante al lado de un río que pasa por Sant Louis y dentro del parque Memorial Jeferson. Después de hacer un reportaje fotográfico express y de que se me jodiese la memoria interna de la cámara nueva de vídeo (chicos no sé si habremos perdido la grabación de este día) pusimos camino a la carretera again.

Otra vez en ruta y con Dieguete en el volante, seguimos hasta encontrar un Wall Mart, que es un macro Carrefur, pero en America (NOTA: Hermanitos, fuimos cautos y no compramos el bote de helado de 5 kilos. No por falta de ganas, sino por no disponer de un congelador a bordo). Allí entramos con mi premisa de no dejarnos llevar por el constante consumismo al que te ponen a prueba todos los comercios.
Dicho macro-market tenía 2 partes, una "low prices" con todo tipo de complementos de ropa, juguetes, ferretería... y otro "food shop" con comida y bebida. La verdad es que nos sobrepusimos a dicho afán consumista y compramos cosas básicas: galletas óreo blancas, galletas chips ajoy, chicles, gominolas, patatas, palomitas... vamos lo imprescindible.

(continua Celso) Y nos disponemos a comer antes de reanudar el viaje en un sitio totalmente nuevo para nosotros, para seguir probando comidas típicamente americanas... HOY TOCA Kentucky Fried Chicken ;)

Diego nos deja en la cola para realizar el pedido y cuando vuelve... sorpresa!!! "Pero qué coño habeis pedido???" .... y es que aunque no os lo creais, según vamos adentrandonos en la "deep America" ya no sabes: ni qué dices, ni qué escuchas. El resultado fue que en cada menú había dos ensaladas de col y no llevaban patatas y Santi y yo teníamos la sensación de que el condimento secreto de la cocinera y/o camarera era un poquito de escupitajillo. El hecho de que nos rieramos un poquillo mientras nos hablaba creo que ayudó pelín a esto último. Pero es que no la entendíamos ni el Hola de entrada.

Salimos de nuevo a carretera, rotando again las posiciones de control de mandos en el coche. Ahora me tocaba a mí coger el volante y darle un poco de caña al asunto. No era mi intención ir por encima del límite permitido pero de vez en cuando (alguna vez solamente) me lo salté... y es que aquí... la conducción es muy rara, o te quedas en la izquierda y vas adelantando a todo cristo... o te quedas en la derecha al ritmo de la carretera viendo como te adelantan los camiones por encima de la velocidad permitida. Era la jungla... y había que ganar tiempo al viaje... así que opté por una de las frases del viaje: "Allá donde fueres, haz lo que vieres" Y nos seguimos mimetizando con el ambiente (siempre dentro de lo permitido, creedme ;) nada de locuras ni de salirnos de la norma, 5 millas por hora más de lo normal)



Mogollón de millas después, unas cuantas horas de trayecto y una parada técnica. Santi me releva para terminar de completar la etapa (los 3 al volante). Ahí nos cansamos de lo establecido... e hicimos lo que habíamos venido a hacer a este país... conocerlo!!!! Y digo CO-NO-CER-LO!!!!



Nos salimos de la Highway y giramos para coger una comarcal. Desde ese mismo instante TODO cambió. Pueblos típicamente americanos, ambiente del medio oeste, muchísimo ganado, coches tuneados, porches con su columpio colgado del árbol (neumático viejo), iglesias anunciado ser las pioneras en esa zona del estado, estadios de rodeo, y........... BISONTES!!!!!! Lástima que en ese momento la cámara no estuviera preparada.

Me toca (soy Diego)
Lo cierto es que hay poco que añadir a lo ya escrito. Muy ricas las dos put...ensaladas de coles del Kentucky , jejejeje. De todo lo que ha dado de sí este día sin duda me quedo con los kilómetros que hemos hecho tras salirnos de la Highway 44 y adentrarnos en la Historic Route 66. Nada más entrar en la carretera empiezas a notar que cada 100 metros hay cosas que ver. Desde las casas, los animales, las granjas, los enormes campos de plantaciones de maiz, las casas, los coches, todo tan típico, tan auténtico... pfff.



Te da la sensación de haber estado allí toda la vida y volver tras haberte ido mucho tiempo. Daba pena ir consumiendo los kilómetros porque TODO era digno de ver, hasta un cartel, o un reloj en medio de una calle... El colofón fue al girar la cabeza a la derecha y ver BISONTES pastando, y al rato una carretera llena de estampas típicas de la serie de Smallville. Por cierto mamá, te habría encantado el WallMart del que habla Santi...jejeje. Y a tí, Papá, te encantaría la carretera 66. Si te gustan los prados de tu pueblo y la tranquilidad de Pesquera, esto lo supera en un número que ni te imaginas.



Terminamos el día en un Super 8 de Tulsa, en una zona un tanto rara, pero bueno, no eran horas de ponerse a buscar más hoteles. De momento seguimos todos muy sanos y cada día más gordos.

Besitos y abrazos!!!

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