-- Día 5: De Amarillo a Albuquerque

7/8/10 - Publicado por Diego Blázquez

Nota: Debido a la ausencia de internet durante 3 días, no hemos podido seguir actualizando el blog al día. Aunque los hechos que a continuación se cuentan, ocurrieron el día 3 de Agosto. Mañana subiremos al blog nuestros dos días en Yellowstone, y a ver si en un día más podemos poner el blog al ritmo real del viaje. Gracias a todos por seguirnos!!!

Esta mañana nos hemos despertado con bastante menos prisa que las anteriores. Tras dos jornadas de 700 km en cada una, hoy tocaba una de 450, y comparado con lo que llevábamos...era pan comido. Y menos mal, porque la noche ha sido muy dura, no porque se nos haya repetido la excelente comilona del Big Texan, si no porque Santi no ha parado de roncar en toda la noche. Daba igual que Celso le diera patadas, que yo le tirase todo lo que tuviera a mano, o que le despertaras.... menudo h...d....p....En fin, buscaremos soluciones, y las encontraremos, jejeje.

Total, un desayuno en el "lobby" del hotel de mierda este (Nota: NUNCA DORMIR EN EL Travelodge West de Amarillo), que por lo menos estaba bien. Aquí lo llaman Continental Breakfast. Consiste en pan bimbo para tostar, mermelada, cereales, magdalenas, y depende de la ciudad algún bollo típico. Para beber, café, infusiones, zumos de naranja, manzana, uvas y agua. Pues eso, a llenar el buche y al coche.

Hoy volvemos a cambiar de estado. Tras el Illinois inicial, que dió paso a Missouri para luego llegar a Oklahoma y finalmente Texas, el recorrido de hoy nos lleva a New Mexico. Hemos pasado de los espectaculares bosques de Illinois y Missouri, a las praderas verdes de Oklahoma que poco a poco iban dando paso a un clima más seco. Pero el mayor cambio en el paisaje al entrar en New Mexico no ha sido el color... sino la geografía. Ni una montaña habíamos visto hasta ahora, pero ya empiezan a aparecer, creando unas estampas en el paisaje con unas nubes absolutamente planas por debajo... ufff. Las llanuras del oeste americano comienzan a aparecer ante nosotros.




Nuestro primer destino ha sido Santa Rosa. Hemos parado a comer en un entrañable restaurante de interés general de la Route 66.Este tipo de establecimientos tienen un distintivo especial (por el que supongo que hay que demostrar algún tipo de conexión histótica con la 66).



Hemos comido muy bien (como siempre) y han sido amables, aunque algo más "lejanos" y eso que hablaban español. Esta zona es muy hispana, y se nota en los nombres de las calles, en las edificaciones y en la gente, claro. Santa Rosa no tiene mucho más, una iglesia católica y un parque con un lago. Eso por la parte que se ve. Por la parte que no hemos visto, Santa Rosa es uno de los sitios más famosos por los lagos naturales que posee en donde una de las actividades principales es el buceo.

Tras ver un laguito donde la gente se estaba dando un chapuzón, hemos puesto dirección a Santa Fe, uno de los pueblos más famosos de New Mexico. Para quien no lo sepa, y seréis muchos, Santa Fe es una ciudad fundada por españoles en el año 1598. Fueron 560 españoles los que llegaron a esta ciudad habitada por indios y los que la colonizaron, trajeron distintos tipos de agricultura e industria del momento, y luego fueron los hermanos Franciscanos los que la evangelizaron. De hecho el patrón de la ciudad es ni más ni menos que San Francisco de Asís, y el lema de la ciudad es Dios te da y te quita"


Para llegar a Santa Fe hay que desviarse hacia el norte desde la interstatal 40. Se trata de una carretera como las nacionales españolas, de doble sentido, pero con una peculiaridad, el paisaje. Ha sido abandonar la i40 y comenzar a imaginarnos a John Wayne cabalgando por los interminables ranchos que aparecían a los lados de la carretera. La estampa era para no dejar de mirar. Está grabado, y creedme, lo mejor es verlo. La sensación de "soy un mierda y esto es infinito" es la primera que te llega. La segunda es la de que alguien te deje un caballo, un sombrero y te lances al trote por esas llanuras. De verdad os digo que son sensaciones indescriptibles, y nos han acompañado durante unos 50 kilómetros hasta que la presencia de los habitantes de Santa Fe se iba haciendo presente. Las típicas casas imitando el adobe y la madera comenzaban a aparecer, justo a los lados de un pueblo llamado EL DORADO, y se iban acentuando según nos aproximábamos a nuestro destino.



Hemos llegado, hemos aparcado y hemos preguntado por la plaza principal, y allí que hemos ido. Y la sorpresa ha sido mayúscula: Coches de policia cortando los accesos a la plaza, los coches de bomberos con las escaleras en todo lo alto y banderas americanas enarboladas arriba del todo, un escenario con un grupo de música country terminando de realizar las últimas pruebas de sonido, puestos por todos los lados, de algodón de azucar, de pasteles, de concursos, de granizados, de pinturas, de ... de todo.



Pues sabéis qué... Que era el día de la FIESTA NACIONAL DE SANTA FE !!! tal cual, como lo leéis. Vamos, que tenemos una potra de narices. El caso es que el espíritu indio-colono de la ciudad nos ha inundado desde el principio hasta el final.Las casas son preciosas, pero preciosas hasta decir "basta", con un estilo antiguo, pero con detalles de calidad, de vistosidad... Todo el pueblo está lleno de galerías de arte y de tiendas de piel y de artesanía india.


Santa Fe es precioso, para quedarse a vivir allí. Nos hemos tomado un café y hemos seguido nuestra visita (ojo al libro que lee Santi.... ¿no véis nada raro?)



Hemos hablado con todo el mundo, porque son increiblemente simpáticos. La gente nos saludaba desde los coches, y aprovechando el asunto le he preguntado a un bombero si me podía hacer una foto subido en la cabina del camíon "Of course, sir", pues ale, "pa arriba" y encima me ha dado un casco de verdad !!!! Pues ahí estaba yo subido, con Celso haciendo fotos, y de repente llega una chica con rasgos indios y un camarón de narices y me dice que si puede hacerme fotos. Y un servidor ahí posando.Que si sube el brazo, que si mira al frente, jejejeje, mi momento!! En fin, genial la gente de allí. Luego Santi ha querido fotografiarse con unos policias y super amables también...



La pena es que el tiempo se nos echaba encima, pero creedme, Santa fe es para estar una o dos noches y dejarse embriagar por su hospitalidad, por sus gentes y sus colores y olores con sabor al viejo oeste colono. Una ciudad de las que dejan huella.

Y con esta morriña nos hemos subido en nuestro Chevy, hemos vuelto a poner el GPS, y rumbo a Albuquerque, donde debíamos dejar el coche por la noche y hacer "ídem" en el aeropuerto para coger el vuelo de las 8 de la mañana hacia Jackson Hole con conexión en Denver.

Ha sido muy fáicl, hemos llegado a la zona de "Return Rent Car", nos han comprobado el coche, y hemos cogido desde allí un "shuttle" hacia el aeropuerto de Albuquerque (un autobús gratis, jeje). Una vez allí hicimos un pequeño reconocimiento de la zona, puesto que íbamos a pasar allí la noche. Al final decidimos quedarnos en uno de los "RestRooms" más apartados, pero con mesas y sillas donde montar nuestro "tinglao" con el portátil y recargando las baterías de las cámaras.



Después de cenar todas las galletas, zumo de naranja y demás comida sana (ojo, que llevábamos uvas de California), nos pusimos a ver una peli por internet, pero al final nos pudo el sueño y fuimos haciendo turnos para dormir, para que no se quedara todo eso allí a la vista y los 3 sobando.

Y así terminó nuestro día, durmiendo en el aeropuerto de Albuquerque. Mañana subiremos todo lo que hemos vivido durante dos días en Yellowstone, no os lo perdáis!!

PD: FELIZ MESIVERSARIO, Bichito!!! MUAC!!!
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