Antes de seguir leyendo, deciros que por motivos técnicos ha desaparecido el "LEER ENTRADA COMPLETA" de esta noticia, así que para leerla completa hay que pinchar en el TÍTULO DE LA NOTICIA!!!. Disculpad las molestias.
PARTE UNO (San Francisco-San Luis Obispo)
El encanto de San Francisco no nos dejaba mucho margen para el deleite. Una mañana más nos debíamos poner en marcha para seguir con nuestro viaje sin tregua en pos de la siguiente parada, San Luis Obispo. El trayecto iba a transcurrir en su mayor parte en coche así que decidimos probar con un desayuno aún más "american style" y le dimos un nuevo sentido al mismo. Por casualidad, quién sabe... entramos guiados por un supercartel que nos anunciaba una oferta ligera de precio, pero muy rica en contenido, así que aparcamos el coche y para adentro. Cuando quisimos darnos cuenta estábamos en un Mel´s, uno muy parecido al de Avenida de brasil, pero este sí, genuinamente americano.
Rodeados de barras y estrellas, máquinas de discos en cada mesa, todo tipo de decoración vintage y constantes referencias a los sesenta, aparecía nuestra camarera con el pedido para recargar las fuerzas necesarias para el viaje del día. No os imaginais lo bien qué hicimos y lo pequeño que le resultó a a alguno para el trayecto de esa jornada.
Tras saciarnos con tan suculento plato y antes de despedirnos de la ciudad, nos acercamos al lugar más emblemático de la ciudad. El Golden Gate. Este puente que se eleva sobre la bahía de San Francisco es tan grande que con sus alambres y hierros que lo sustentan se podría rodear tres veces al mundo. Al menos eso es lo que reza una de las páginas que me leí de la guía de la ciudad. Lo cierto es que, a parte de la nota curiosa, es increible observar esta maravillosa obra de la ingeniería humana. De verdad, no sólo es un coloso, es una construcción única y seguramente fue la mejor manera de despedirnos de esta ciudad con encanto antes de darnos otro de nuestros ya míticos atracones de kilómetros.
Como nota curiosa os dejo también una fotillo de la mayor de las pendientes encontradas en la ciudad camino del Golden Gate. La gente la subía a cuatro patas (no es coña, de ahí que la carretera que transcurre a su lado tenga forma serpenteante para mitigar su pendiente) y llegaba casi sin aliento del esfuerzo a su parte final. ¿Todos?, os preguntareis. Pues sí, TODOS. Pero Diego y yo nos la terminamos de subir a la carrera. Spanish Power again, no os podeis quejar de cómo estamos dejando el pabellón, jejejejeje.
Ya en carretera ibamos dejando atrás el bullicio de la gran ciudad del norte de california, para ir dando paso a "pequeños pueblos" que se aprovechan de las bondades del clima y de la zona para convertirse en centros turísticos playeros y en muchos casos, de lugar de residencia de fin de semana, o lugar de ensueño para la casita de verano y playa de mucha de la gente acomodad de estos lares.
Monterrey, nos recibió casi de sopetón y con aspecto de ciudad tranquilota aunque repleta de coches y viandantes. Al hecho de ser en sí una zona de recreo en toda regla, imaginaros por un momento laguitos con barquitas y canoas, parques infantiles rodeados de merenderos, una playa hasat arriba de gente, un muelle hasta la bandera de coches aparcados buscando la mejor situación playera, unidle una competición de coches antiguos y de época que aún si cabe le daba más glamour. OJOOOOOOOOOOOo!!! Pedazo cochecitos. A uno que yo me sé, se le salían los ojos de sus cuencas y empezaba a perder la noción del tiempo y del espacio. Menos mal que el tiempo apremiaba y debíamos continuar dando un poquito más de vida a la jornada, sino ... por allí estamos tirando de tarjeta gráfica (y casi de crédito) para enmarcar los bólidos que no paraban de aparecer ante nosotros.
Pelín más adelante, nueva parada. y esta vez sí. Aquí ninguno de los tres pudimos resistir la tentación y nos bajamos del auto para perdernos entre las arenas de la playa de Carmel. Este lugar sí que es de ensueño. Imaginaros una casa de verano con el mayor de los encantos, primera o segunda línea de playa, con todas las comodidades y para colmo rodeada de una playa de arenas blancas en plena naturaleza y un ambiente hogareño y familiar. Pues eso, Diego hizo un repoortaje gráfico que ya lo quisiera la revista People a pie de mar, Santi se dejaba llevar por los encantos playeros y yo me metí hasta casi la cintura dentro del mar con pantalones de vestir incluidos. Mi primer contacto serio con el pacífico y ya estaba en las nubes.
Ya en carretera ibamos dejando atrás el bullicio de la gran ciudad del norte de california, para ir dando paso a "pequeños pueblos" que se aprovechan de las bondades del clima y de la zona para convertirse en centros turísticos playeros y en muchos casos, de lugar de residencia de fin de semana, o lugar de ensueño para la casita de verano y playa de mucha de la gente acomodad de estos lares.
Monterrey, nos recibió casi de sopetón y con aspecto de ciudad tranquilota aunque repleta de coches y viandantes. Al hecho de ser en sí una zona de recreo en toda regla, imaginaros por un momento laguitos con barquitas y canoas, parques infantiles rodeados de merenderos, una playa hasat arriba de gente, un muelle hasta la bandera de coches aparcados buscando la mejor situación playera, unidle una competición de coches antiguos y de época que aún si cabe le daba más glamour. OJOOOOOOOOOOOo!!! Pedazo cochecitos. A uno que yo me sé, se le salían los ojos de sus cuencas y empezaba a perder la noción del tiempo y del espacio. Menos mal que el tiempo apremiaba y debíamos continuar dando un poquito más de vida a la jornada, sino ... por allí estamos tirando de tarjeta gráfica (y casi de crédito) para enmarcar los bólidos que no paraban de aparecer ante nosotros.
Pelín más adelante, nueva parada. y esta vez sí. Aquí ninguno de los tres pudimos resistir la tentación y nos bajamos del auto para perdernos entre las arenas de la playa de Carmel. Este lugar sí que es de ensueño. Imaginaros una casa de verano con el mayor de los encantos, primera o segunda línea de playa, con todas las comodidades y para colmo rodeada de una playa de arenas blancas en plena naturaleza y un ambiente hogareño y familiar. Pues eso, Diego hizo un repoortaje gráfico que ya lo quisiera la revista People a pie de mar, Santi se dejaba llevar por los encantos playeros y yo me metí hasta casi la cintura dentro del mar con pantalones de vestir incluidos. Mi primer contacto serio con el pacífico y ya estaba en las nubes.
No os quiero aburrir así, que sólo deciros que desde Carmel hasta sus "highlands" (zonas más elevadas de costa) no dejamos de suspirar por todo cuanto nos rodeaba... "un lujo para el bolsillo y para la vista, creednos".
Os pensareis que ahí acabó la cosa y que la carretera que en su día decimos coger (la "1" por la costa en vez de la Highway) simplemente es la típica carreterita con un par de vistas al mar de contar y ya está. Bueno, os digo... NO, mejor OS RETO a que la cojais si teneis optunidad y simplemente disfrutéis. A cada vuelta que da la carretera, tras cada curva que coge el camino empieza una vista (View Point) que deja pequeño el anterior. Acantilados, puentes sobre las rocas y el mar, rompientes, calas, y todo tipo de geografía costera digna de enmarcar se nos ofrecía como un regalo. El culmen de esta mejstuosidad, lo teneis en las fotos. De la montaña se abre al mar una cascada que surge de la nada y se funde con el oceano dejando una postal que es difícl de describir con palabras.
La anécdota del viaje la protagonizó nuestro dormilón particular. santi dejó de lado su problema de sueño para embarcarse en una cruzada contra el hambre, y que le llevó a la locura gritando que le teníamos secuestrado y no le dábamos de comer. Se grabó en video pidiendo ayuda, medio desmayado en el asiento trasero y con un aspecto de indigente que era digno de ver. El desvarío casi termina en locura. Pobrecito, hay veces que se le va. Aunque en su favor decir que al salir de
Carmel ya no existen prácticamnete lugares donde tomar algo, repostar gasolina o simplemente poder conseguir un poquito de agua... la aventura se transformó en epopeya.
Echándose la noche sobre nuestras cabezas, llegamos a San Luis Obispo. Esta ciudad que vive de su base de la Reserva del Ejército Americano y de su ambiente plenamente universitario nos acogió para darnos descanso y volver a tener contacto con la civilización. No es la mejor de las épocas para salir de fiesta ni ver ese tan recoimendado ambiente festivo americano, pero vamos se ve a la legua que en este sitio lo que no faltan son juergas y desmadres. Nosotros optamos por la de comida (Santi agonizaba) y descanso (al día siguiente nuevo palizón).
LA pizza genial, hasta tal punto que la agonía de Santi provocó que pidieramos 2 pizzas "large" que no cogían en las mesas. menos mal que el bueno de nuestro grandullón aprovechó los restos para el desayuno del día siguiente. Diego casi le mata cuando vio lo que habíamos encargado (jejejeje, lo cierto es que yo ayudé bastante a Santi en la toma de decisiones... pero claro quien le dice que no a esa camarera sonriente y tan... bueno).
PARTE DOS (San Luis Obispo- Los Ángeles)
Pues día nuevo y carretera y manta. Este día nada que ver con el anterior. Desayuno, escaso por no decir nulo. Un café y "p´al" coche. este hotel se estira poquito y no hay mucho donde rascar. Salimos a la carretera y tras un par de horillas de viaje cambio radical en la costa y en lo que nos encontramos ante nosotros. Esta vez, sí. Civilizacón y ambiente californiano de película. Ya sabeis: playa, mujeres, sol, palmeritas...
Para empezar abriendo boca, Santa Bárbara. Deciros que es un pueblo super chulo. A la inmensa mayoría le ncantaría poder decir que tiene casa allí. Casas no muy altas, solecito que acompaña, ciudad coqueta y con encanto y con mucha historia (española) a sus espaldas. Vuelta por sus calles, palpar el ambiente y desquiciarnos un poco buscando el lugar más famoso de allí: La Misión.
Como con la Catedral de San Francisco, cerrada. Qué mala suerte estamos teniendo con los sitios de culto religioso. Sólo podíamos acceder a la visita por el interior del recinto si utilizábamos al señor Cash o la señora Card, y es que hasta en esto le sacan partido económico y de negocios los yankies. El show bussiness nunca descansa.
Visita anuestro patrocinador ofial del viaje para tomarnos una "Ceasar Salad" y un clásico mío por antonomasia (mi querido Mc Flurry) y hacia Los Ángeles, que ya había muchas ganas.
Y vaya tela con esta parte del país. Llegas rápidamente a entender como mucho de lo vivido a través del cine y de la pequeña pantalla tiene de referencia este Estado (por no decir esta ciudad). Aún recordando Santa bárbara de golpe y porrazo nos damos cuenta que estamos llegando a L.A. Buahhhhhhhhhh, pasote. Ahora sí que sí, esto es california. Miras una vez, playa. Te descuidas un poco y estás dentro de la peli "Grease" (recordais a Sandy en la playa pues... ahora imaginárosla de verdad en esta foto, porque es lo único que le falta.
Retomas el contacto, y juas... "los Vigilantes de la playa", y eso que no hemos llegado a Santa Mónica. De verdad, esto molaaa. Y para colmo, aparecen los surferos. yo ya estoy perdido, me quedo, de aquí no me mueve nadie. En mi casa saben de mi debilidad por esta zona del planeta y madre mía... aún no hemos hecho más que llegar. "Va venga, vamos a meternos en faena que hay cosas que hacer", Diego nos pone sobre aviso de la hora y traca entramos en Los Ángeles ciudad, dejando atrás las urbanizaciones cerradas de Malibú. No hay nada que hacer, ha sido una salida en falso... nos encontramos de nuevo parados, para ahora sí y de verdad adentranos en GREASE.
Estamos en el Instituto Rydell de Los Ángeles (en realidad, Venice High School) y aquí ya somos uno más. Pedimos permiso para entrar y hacernos fotos, y la pobre agente que nos atiende flipa ante nuestro conocimiento del lugar, ella ni sabía donde estaba trabajando, nos dice que adelante y tachánnnnnnnnnnn. Diego es ahora Danny Zuco subido por las gradas del Instituto Rydell, Santi está deseando que le fichen para entrenar aunque sea a pelota vasca si se estirasen por aquí y yo quiero ser un jugador más del equipo de futbol americano que ya se encuentra entrenando para la temporada de este curso aún por comenzar. (Este guiño, guiño es para las mamis y papis del 97, "¿y os quejais de cuando Diego so pone los horarios?, ¡¡¡¡VENGA HOMBREEEEEEEEEEEE!!! jajajajajaja).
Soy Diego, simplemente un inciso. No sé si seréis seguidores de la película de Grease, pero para mí esta visita ha sido de las mejores. Solamente en la entrada me dió un repelús... pero es que según íbamos por las instalaciones, la grada donde me puse a imitar a Travolta (por cierto, está cerrada de lo antigua que es, pero con cuidádito me subí...), la pista de atletismo ( No me pude resistir a dar una vuelta corriendo), el comedor, la cafetería... y luego perderme por los pasillos del Instituto Rydell !!!! porque podrá ser el Venice High School, pero para muchos seguirá siendo siempre el Rydell. Hay muchas más fotos del instituto, por si alguien que sea seguidor de las dos películas quiere tenerlas. Os dejo, besitos!
La cosa es que casi sin querernos ir, ya estabamos dejando atrás un momento de los grandes de este viaje para aparecer en nuestro hotel (DAys Inn esta vez) y darnos cuenta de una vez por todas que aquí todo es diferente. Tanto como para que nuestra habitación tenga una representación de los CAZAFANTASMAS en la puerta o que la piscina esté decorada con un mural de "Indiana Jones" o la vecinita rubia tremendísima viva debajo de la puerta de "ET". Joder, qué hotel!!! De lo mejorcito del viaje, y no hablo por hablar... vaya pedazo habitación (ahora dejando aparte la pintura de fuera) y vaya instalaciones para ser uno de los más baratos que hemos cogido. A eso se le llama "Buena Inversión".
Check in realizado. A cenar se ha dicho. El chico del hotel nos advierte que no es mala zona, asi que a patita nos bajamos hasta el paseo de la fama buscando un sitio donde alimentarse estos tres viajeros infatigables. Optamos por comida de la zona: chili, hamburgesas, french fries... y aquí descubrimos la otra parte del viaje. Esa que habla de los contrastes de este país, de la que no llama tanto la atención y que cuesta tanto apreciar. Hablo de la inmigración, del sueño americano roto, de la vida no tan ostentosa. Y es que tras hablar con la camarera surante un rato descubres que hay cosas muy duras enmarcando las ilusiones. Me contó esta pobre mujer que debía rondar los 55 años de edad, que ella trabaja de 7 de la tarde a 3-3:30 de la mañana, sin faltar ni un día, luego vuelta a su casa que por suerte no le pilla muy "lejos" y a empezar un nuevo día. Lógico que eche en falta su tierra y quiera volverse a la primera. Es duro, pero ella le está muy agradecida a este país que le ha dado la posibilidad de ganar un dinero que de otra forma no habría llegado a los suyos así que, sensaciones contrapuestas para cerrar otra de estas etapas maratonianas que se solapan con una facilidad asombrosa.
PARTE TRES (Los Ángeles-Aeropuerto L.A.)
Hoy se nos han pegado pelín las sábanas. Pero estamos a tiempo de bajar y desayunar nuestro Continental breakfast. Nos damos un aguilla, medio recogemos y abajo nos encointramos que para desayunar toca excursión. Sí, está tan sumamente petada la salita de los desayunos que nos preparamos las tostadas, cogemos cafés y zumos, y los saboreamos tan ricamente en nuestro "saloncito" de la habitación. Damos las últimas consignas del día a día y a convertirnos en Angelinos.
Salimos y ya estamos donde lo dejamos ayer, Paseo de la fama. Para quien no lo sepa, le sitúo. En sí no es el nombre de una calle, simplemente adopta ese nombre por la cantidadd de estrellas con nombre de famosos que llenan las aceras y seguramente lo habeis visto hasta la saciedad en la tv. Es una calle con mucha vida, sobre todo d eturistas que van buscando su artista de cine y tv, productor, director o músico favorito. Lo genial es que amitad del mismo se encuentra el Teatro Chino, donde en un principio se realizaba la entrega de los óscar´s. Aquí es donde el suelo pasa de tener estrellas a las huellas de pies y manos de los más grandes del cine. This is Holywood amigos. Show al más puro estilo americano pero que agrada a los frikies y no tan frikies del celuloide (me incluyo, eh??? jejejeje).
Aquí el problema era que el coche no se podía apracar, asíq eu Don Santiago muy amablemente se ofrece para quedarse con el coche en marcha cerca de nuestra posición. tarea imposible debido al volumen de tráfico y que le obliga a tener que dar una vuelta a la manzana. Mientras recogemos fotos y más fotos nos adamos cuenta que la vuelta de Santi debe ser como el Tour de francia porque aquí no aparece para recogernos de nuevo. Miro el mapa y le digo a Diego.. "Joderrrrrrrrrrr, cómo no haya girado en la primera, se ha tenido que coger por narices el desvío hacia el observatorio Griffin" (que para quien no lo sepa está en un monte, en tó lo alto y con carretera de no poder darse la vuelta, además de rodarse allí "rebelde sin causa"). Y mientras yo me descoj...aba de la risa a Diego le entró pánico escénico y no daba crédito a lo que estaba pasando. Tranquilos, el final es feliz... no se perdió. Sólo que se había equivocado de teatro y esperaba delante de otro que pensaba que era en el que nos había dejado. Alma de cántaro... emnos mal que Diego se dio un voltio y te encontró, sino ahí sigues jejjejeejej.
Tras el susto, visita rápida por Rodeo drive viendo lo que se luce en sus escaparates (sin precio a la vista para no asustarte) y en las tiendas... aquí todas pasan casting de belleza creede, eso era una locura sin fin. Es el sitio con más tías buena por metro cuadrado del viaje... ES-PEC-TA-CU-LAR.... vais a pensar que siempre estoy con lo mismo, bueno... pues dale, teneis razón pero este es un hecho objetivo y que os reto también a comprobar.
Escandaloso lo de ese sitio, aunque no menos que lo que vino depués y es que tocaba una de paseo por Beverly Hills y Bel Air. Ahora el lujo está en lasa casas, mansiones, palacios... o como querais llamarlo. ¿Hay tanta gente podrida de dinero?... Pues leche que me dé un poco, no???? Que con la milésima parte de lo que ganan seguro que hago un apaño. Ahora en serio, si alguno de estos ricachones me lee..mi número de cuenta se lo puedo pasar por privado de facebook o mail, no hago distinciones.
A nosotros nos gustó más la parte de beverly hills que aunque con menos lujo, al menos se podía ver. Adentrarse en bel Air conlleva ver árboles enormes y vallas tan altas que sólo te dejan ver o iamginar lo que se escone tras ellos. LAs casonas de B. Hills en cambio estána pie de acera y se puede apreciar la casa (por la parte delantera) en todo su esplendor, las mansiones belerianas... dan menos chicha para el mirón, así que apurando la mañana nos dimos el gustazo de ver si una de las míticas mansiones nos dejaba robarle un plano que otro.
Ya más o menos tendreis una idea de cual es, no?? Mansión.... en Bel Air.... mítica por una serie de la tv... Pues claro, La del principe de Bel Air!!!! Y sí, esta al menos se dejaba ver. E incluso nos sacamos una fotito delante de ella. Otra de las series de mi adolescencia. Qué momento señoras y señores... si hasta me saqué una foto como el pobre Jazz, saliendo por la puerta tras ser echado a empujones por el tío Phil. Un lujo más que nos dimos, y qué satisfechos nos quedamos.
Mediodía y con tiempo para hacer de las nuestras, así que... Playa de Santa Mónica allá vamos!!!!
Relax tras un duro viaje, playita de más arenas blancas y el mar. Eso sí, Frío de pelotas, y es que aunque con sol las temperaturas eran primaverales más que de verano. Una vez allí, tras recorrernos el continente de este a oeste y la paliza que aguantaban nuestras espaldas, no nos iba a parar nadie, ni nada con la idea fija en la cabeza de bañarnos en el oceano más grande de este planeta. Y lo hicimos. Y casi me muero de gusto... adoro el mar, salí arrugado. Sólo salí para darnos un paseo por ese paseo lleno de ciclistas, gente en patines y multitud de paseantes que hacen de esta playa un lugar paradisíaco de verdad. Es enorme, no alcanza la vista, llena de cosas por hacer, campos de volley por doquier, pistas de correr, zonas de musculación o tonificación, parques infantiles, palmeritas, mucha arena, casetas de los "baywatch"... y al fondo: el muelle por antonomasia. Con su noria, su parque de atracciones sobre las maderas del "Pier", las tiendas, los pescadores... otra postal más, y van ni se sabe.
Allí todo se paralizo un instante al ver al fianl del muelle una imagen que reza que ese es el final de la "Hsitoric route 66". Aún quedan días por aquí pero, algo ya no iba a ser igual. Ese final, nos decía muchas cosas. El final de un modelo de aventura, de manera de sentir las cosas, de vivirlas, de compartirlas, de experimentarlas. Volviamos a convertirnos en turistas para dejar de ser vaijeros. Y aunque no os lo creais eso en parte duele, porque lo vivido esats dos semanas anteriores había sido genial, miento HA SIDO GENIAL. Y esa experiencia se quedaba allí al otro lado de donde empezamos, lejos de la partida, y seguramente ya nunca haya otra ruta igual. Dicen que la primera vez siempre es la mejor porque es la más sentida y vivida, no lo sé. Yo volveré dentro de un tiempo a comprobarlo. Pero hasta entonces, las cosas que se quedan en ese tablón que anuncia el final de una vida se convierten en algo que te hace ser consciente de lo que has hecho por llegar allí.
Saliendo de ese muelle para coger el coche, otro tipo de aventura volvía a empezar. Parada de última hora en el Staples Center, lugar donde juega el equipo de la NBA con el que he crecido y amado el deporte del baloncesto, Los Lakers, y que nos dejó bastante tristes a todos al no poder entrar a sus instalaciones porque el equipo femenino de la ciudad jugaba partido tres horas después.
Y retomar emociones y sensaciones con el mítico estadio que le precedio antes de que los Lakers se mudaran al modernísimo complejo deportivo del Staples center. El Forum de Inglewood. Este sí que es un estadio deportivo de los de verdad. Ahora utilizado otro tipo de lides e historias, guarda todo el glamour que atrajo a la gente guapa de Hollywood hasta este barrio obrero y de poca categoría a deleitarse con el baloncesto de algunos de los mejores jugadores de la historia de este deporte: Chamberlain, West, Kareem y sobre todo, el hombre que supo conjugar la magia de este deporte con el Show de esta ciudad, MAGIC JOHNSON. No hay palabras, no sabría como describirlo. Simplemente ver ese estadio por fuera y fui niño de nuevo: fui FELIZ!!!
Tras esta incursión... Aeropuerto de L.A. y otra historia más que os llegará de parte de otro de los routeros. Siento tanto rollo pero tres días en una entrada es mucho. Así que os dejo por hoy.
Besos y abrazos para todos, se os quiere y echa de menos.
Os pensareis que ahí acabó la cosa y que la carretera que en su día decimos coger (la "1" por la costa en vez de la Highway) simplemente es la típica carreterita con un par de vistas al mar de contar y ya está. Bueno, os digo... NO, mejor OS RETO a que la cojais si teneis optunidad y simplemente disfrutéis. A cada vuelta que da la carretera, tras cada curva que coge el camino empieza una vista (View Point) que deja pequeño el anterior. Acantilados, puentes sobre las rocas y el mar, rompientes, calas, y todo tipo de geografía costera digna de enmarcar se nos ofrecía como un regalo. El culmen de esta mejstuosidad, lo teneis en las fotos. De la montaña se abre al mar una cascada que surge de la nada y se funde con el oceano dejando una postal que es difícl de describir con palabras.
La anécdota del viaje la protagonizó nuestro dormilón particular. santi dejó de lado su problema de sueño para embarcarse en una cruzada contra el hambre, y que le llevó a la locura gritando que le teníamos secuestrado y no le dábamos de comer. Se grabó en video pidiendo ayuda, medio desmayado en el asiento trasero y con un aspecto de indigente que era digno de ver. El desvarío casi termina en locura. Pobrecito, hay veces que se le va. Aunque en su favor decir que al salir de
Carmel ya no existen prácticamnete lugares donde tomar algo, repostar gasolina o simplemente poder conseguir un poquito de agua... la aventura se transformó en epopeya.
Echándose la noche sobre nuestras cabezas, llegamos a San Luis Obispo. Esta ciudad que vive de su base de la Reserva del Ejército Americano y de su ambiente plenamente universitario nos acogió para darnos descanso y volver a tener contacto con la civilización. No es la mejor de las épocas para salir de fiesta ni ver ese tan recoimendado ambiente festivo americano, pero vamos se ve a la legua que en este sitio lo que no faltan son juergas y desmadres. Nosotros optamos por la de comida (Santi agonizaba) y descanso (al día siguiente nuevo palizón).
LA pizza genial, hasta tal punto que la agonía de Santi provocó que pidieramos 2 pizzas "large" que no cogían en las mesas. menos mal que el bueno de nuestro grandullón aprovechó los restos para el desayuno del día siguiente. Diego casi le mata cuando vio lo que habíamos encargado (jejejeje, lo cierto es que yo ayudé bastante a Santi en la toma de decisiones... pero claro quien le dice que no a esa camarera sonriente y tan... bueno).
PARTE DOS (San Luis Obispo- Los Ángeles)
Pues día nuevo y carretera y manta. Este día nada que ver con el anterior. Desayuno, escaso por no decir nulo. Un café y "p´al" coche. este hotel se estira poquito y no hay mucho donde rascar. Salimos a la carretera y tras un par de horillas de viaje cambio radical en la costa y en lo que nos encontramos ante nosotros. Esta vez, sí. Civilizacón y ambiente californiano de película. Ya sabeis: playa, mujeres, sol, palmeritas...
Para empezar abriendo boca, Santa Bárbara. Deciros que es un pueblo super chulo. A la inmensa mayoría le ncantaría poder decir que tiene casa allí. Casas no muy altas, solecito que acompaña, ciudad coqueta y con encanto y con mucha historia (española) a sus espaldas. Vuelta por sus calles, palpar el ambiente y desquiciarnos un poco buscando el lugar más famoso de allí: La Misión.
Como con la Catedral de San Francisco, cerrada. Qué mala suerte estamos teniendo con los sitios de culto religioso. Sólo podíamos acceder a la visita por el interior del recinto si utilizábamos al señor Cash o la señora Card, y es que hasta en esto le sacan partido económico y de negocios los yankies. El show bussiness nunca descansa.
Visita anuestro patrocinador ofial del viaje para tomarnos una "Ceasar Salad" y un clásico mío por antonomasia (mi querido Mc Flurry) y hacia Los Ángeles, que ya había muchas ganas.
Y vaya tela con esta parte del país. Llegas rápidamente a entender como mucho de lo vivido a través del cine y de la pequeña pantalla tiene de referencia este Estado (por no decir esta ciudad). Aún recordando Santa bárbara de golpe y porrazo nos damos cuenta que estamos llegando a L.A. Buahhhhhhhhhh, pasote. Ahora sí que sí, esto es california. Miras una vez, playa. Te descuidas un poco y estás dentro de la peli "Grease" (recordais a Sandy en la playa pues... ahora imaginárosla de verdad en esta foto, porque es lo único que le falta.
Retomas el contacto, y juas... "los Vigilantes de la playa", y eso que no hemos llegado a Santa Mónica. De verdad, esto molaaa. Y para colmo, aparecen los surferos. yo ya estoy perdido, me quedo, de aquí no me mueve nadie. En mi casa saben de mi debilidad por esta zona del planeta y madre mía... aún no hemos hecho más que llegar. "Va venga, vamos a meternos en faena que hay cosas que hacer", Diego nos pone sobre aviso de la hora y traca entramos en Los Ángeles ciudad, dejando atrás las urbanizaciones cerradas de Malibú. No hay nada que hacer, ha sido una salida en falso... nos encontramos de nuevo parados, para ahora sí y de verdad adentranos en GREASE.
Estamos en el Instituto Rydell de Los Ángeles (en realidad, Venice High School) y aquí ya somos uno más. Pedimos permiso para entrar y hacernos fotos, y la pobre agente que nos atiende flipa ante nuestro conocimiento del lugar, ella ni sabía donde estaba trabajando, nos dice que adelante y tachánnnnnnnnnnn. Diego es ahora Danny Zuco subido por las gradas del Instituto Rydell, Santi está deseando que le fichen para entrenar aunque sea a pelota vasca si se estirasen por aquí y yo quiero ser un jugador más del equipo de futbol americano que ya se encuentra entrenando para la temporada de este curso aún por comenzar. (Este guiño, guiño es para las mamis y papis del 97, "¿y os quejais de cuando Diego so pone los horarios?, ¡¡¡¡VENGA HOMBREEEEEEEEEEEE!!! jajajajajaja).
Soy Diego, simplemente un inciso. No sé si seréis seguidores de la película de Grease, pero para mí esta visita ha sido de las mejores. Solamente en la entrada me dió un repelús... pero es que según íbamos por las instalaciones, la grada donde me puse a imitar a Travolta (por cierto, está cerrada de lo antigua que es, pero con cuidádito me subí...), la pista de atletismo ( No me pude resistir a dar una vuelta corriendo), el comedor, la cafetería... y luego perderme por los pasillos del Instituto Rydell !!!! porque podrá ser el Venice High School, pero para muchos seguirá siendo siempre el Rydell. Hay muchas más fotos del instituto, por si alguien que sea seguidor de las dos películas quiere tenerlas. Os dejo, besitos!
La cosa es que casi sin querernos ir, ya estabamos dejando atrás un momento de los grandes de este viaje para aparecer en nuestro hotel (DAys Inn esta vez) y darnos cuenta de una vez por todas que aquí todo es diferente. Tanto como para que nuestra habitación tenga una representación de los CAZAFANTASMAS en la puerta o que la piscina esté decorada con un mural de "Indiana Jones" o la vecinita rubia tremendísima viva debajo de la puerta de "ET". Joder, qué hotel!!! De lo mejorcito del viaje, y no hablo por hablar... vaya pedazo habitación (ahora dejando aparte la pintura de fuera) y vaya instalaciones para ser uno de los más baratos que hemos cogido. A eso se le llama "Buena Inversión".
Check in realizado. A cenar se ha dicho. El chico del hotel nos advierte que no es mala zona, asi que a patita nos bajamos hasta el paseo de la fama buscando un sitio donde alimentarse estos tres viajeros infatigables. Optamos por comida de la zona: chili, hamburgesas, french fries... y aquí descubrimos la otra parte del viaje. Esa que habla de los contrastes de este país, de la que no llama tanto la atención y que cuesta tanto apreciar. Hablo de la inmigración, del sueño americano roto, de la vida no tan ostentosa. Y es que tras hablar con la camarera surante un rato descubres que hay cosas muy duras enmarcando las ilusiones. Me contó esta pobre mujer que debía rondar los 55 años de edad, que ella trabaja de 7 de la tarde a 3-3:30 de la mañana, sin faltar ni un día, luego vuelta a su casa que por suerte no le pilla muy "lejos" y a empezar un nuevo día. Lógico que eche en falta su tierra y quiera volverse a la primera. Es duro, pero ella le está muy agradecida a este país que le ha dado la posibilidad de ganar un dinero que de otra forma no habría llegado a los suyos así que, sensaciones contrapuestas para cerrar otra de estas etapas maratonianas que se solapan con una facilidad asombrosa.
PARTE TRES (Los Ángeles-Aeropuerto L.A.)
Hoy se nos han pegado pelín las sábanas. Pero estamos a tiempo de bajar y desayunar nuestro Continental breakfast. Nos damos un aguilla, medio recogemos y abajo nos encointramos que para desayunar toca excursión. Sí, está tan sumamente petada la salita de los desayunos que nos preparamos las tostadas, cogemos cafés y zumos, y los saboreamos tan ricamente en nuestro "saloncito" de la habitación. Damos las últimas consignas del día a día y a convertirnos en Angelinos.
Salimos y ya estamos donde lo dejamos ayer, Paseo de la fama. Para quien no lo sepa, le sitúo. En sí no es el nombre de una calle, simplemente adopta ese nombre por la cantidadd de estrellas con nombre de famosos que llenan las aceras y seguramente lo habeis visto hasta la saciedad en la tv. Es una calle con mucha vida, sobre todo d eturistas que van buscando su artista de cine y tv, productor, director o músico favorito. Lo genial es que amitad del mismo se encuentra el Teatro Chino, donde en un principio se realizaba la entrega de los óscar´s. Aquí es donde el suelo pasa de tener estrellas a las huellas de pies y manos de los más grandes del cine. This is Holywood amigos. Show al más puro estilo americano pero que agrada a los frikies y no tan frikies del celuloide (me incluyo, eh??? jejejeje).
Aquí el problema era que el coche no se podía apracar, asíq eu Don Santiago muy amablemente se ofrece para quedarse con el coche en marcha cerca de nuestra posición. tarea imposible debido al volumen de tráfico y que le obliga a tener que dar una vuelta a la manzana. Mientras recogemos fotos y más fotos nos adamos cuenta que la vuelta de Santi debe ser como el Tour de francia porque aquí no aparece para recogernos de nuevo. Miro el mapa y le digo a Diego.. "Joderrrrrrrrrrr, cómo no haya girado en la primera, se ha tenido que coger por narices el desvío hacia el observatorio Griffin" (que para quien no lo sepa está en un monte, en tó lo alto y con carretera de no poder darse la vuelta, además de rodarse allí "rebelde sin causa"). Y mientras yo me descoj...aba de la risa a Diego le entró pánico escénico y no daba crédito a lo que estaba pasando. Tranquilos, el final es feliz... no se perdió. Sólo que se había equivocado de teatro y esperaba delante de otro que pensaba que era en el que nos había dejado. Alma de cántaro... emnos mal que Diego se dio un voltio y te encontró, sino ahí sigues jejjejeejej.
Tras el susto, visita rápida por Rodeo drive viendo lo que se luce en sus escaparates (sin precio a la vista para no asustarte) y en las tiendas... aquí todas pasan casting de belleza creede, eso era una locura sin fin. Es el sitio con más tías buena por metro cuadrado del viaje... ES-PEC-TA-CU-LAR.... vais a pensar que siempre estoy con lo mismo, bueno... pues dale, teneis razón pero este es un hecho objetivo y que os reto también a comprobar.
Escandaloso lo de ese sitio, aunque no menos que lo que vino depués y es que tocaba una de paseo por Beverly Hills y Bel Air. Ahora el lujo está en lasa casas, mansiones, palacios... o como querais llamarlo. ¿Hay tanta gente podrida de dinero?... Pues leche que me dé un poco, no???? Que con la milésima parte de lo que ganan seguro que hago un apaño. Ahora en serio, si alguno de estos ricachones me lee..mi número de cuenta se lo puedo pasar por privado de facebook o mail, no hago distinciones.
A nosotros nos gustó más la parte de beverly hills que aunque con menos lujo, al menos se podía ver. Adentrarse en bel Air conlleva ver árboles enormes y vallas tan altas que sólo te dejan ver o iamginar lo que se escone tras ellos. LAs casonas de B. Hills en cambio estána pie de acera y se puede apreciar la casa (por la parte delantera) en todo su esplendor, las mansiones belerianas... dan menos chicha para el mirón, así que apurando la mañana nos dimos el gustazo de ver si una de las míticas mansiones nos dejaba robarle un plano que otro.
Ya más o menos tendreis una idea de cual es, no?? Mansión.... en Bel Air.... mítica por una serie de la tv... Pues claro, La del principe de Bel Air!!!! Y sí, esta al menos se dejaba ver. E incluso nos sacamos una fotito delante de ella. Otra de las series de mi adolescencia. Qué momento señoras y señores... si hasta me saqué una foto como el pobre Jazz, saliendo por la puerta tras ser echado a empujones por el tío Phil. Un lujo más que nos dimos, y qué satisfechos nos quedamos.
Mediodía y con tiempo para hacer de las nuestras, así que... Playa de Santa Mónica allá vamos!!!!
Relax tras un duro viaje, playita de más arenas blancas y el mar. Eso sí, Frío de pelotas, y es que aunque con sol las temperaturas eran primaverales más que de verano. Una vez allí, tras recorrernos el continente de este a oeste y la paliza que aguantaban nuestras espaldas, no nos iba a parar nadie, ni nada con la idea fija en la cabeza de bañarnos en el oceano más grande de este planeta. Y lo hicimos. Y casi me muero de gusto... adoro el mar, salí arrugado. Sólo salí para darnos un paseo por ese paseo lleno de ciclistas, gente en patines y multitud de paseantes que hacen de esta playa un lugar paradisíaco de verdad. Es enorme, no alcanza la vista, llena de cosas por hacer, campos de volley por doquier, pistas de correr, zonas de musculación o tonificación, parques infantiles, palmeritas, mucha arena, casetas de los "baywatch"... y al fondo: el muelle por antonomasia. Con su noria, su parque de atracciones sobre las maderas del "Pier", las tiendas, los pescadores... otra postal más, y van ni se sabe.
Allí todo se paralizo un instante al ver al fianl del muelle una imagen que reza que ese es el final de la "Hsitoric route 66". Aún quedan días por aquí pero, algo ya no iba a ser igual. Ese final, nos decía muchas cosas. El final de un modelo de aventura, de manera de sentir las cosas, de vivirlas, de compartirlas, de experimentarlas. Volviamos a convertirnos en turistas para dejar de ser vaijeros. Y aunque no os lo creais eso en parte duele, porque lo vivido esats dos semanas anteriores había sido genial, miento HA SIDO GENIAL. Y esa experiencia se quedaba allí al otro lado de donde empezamos, lejos de la partida, y seguramente ya nunca haya otra ruta igual. Dicen que la primera vez siempre es la mejor porque es la más sentida y vivida, no lo sé. Yo volveré dentro de un tiempo a comprobarlo. Pero hasta entonces, las cosas que se quedan en ese tablón que anuncia el final de una vida se convierten en algo que te hace ser consciente de lo que has hecho por llegar allí.
Saliendo de ese muelle para coger el coche, otro tipo de aventura volvía a empezar. Parada de última hora en el Staples Center, lugar donde juega el equipo de la NBA con el que he crecido y amado el deporte del baloncesto, Los Lakers, y que nos dejó bastante tristes a todos al no poder entrar a sus instalaciones porque el equipo femenino de la ciudad jugaba partido tres horas después.
Y retomar emociones y sensaciones con el mítico estadio que le precedio antes de que los Lakers se mudaran al modernísimo complejo deportivo del Staples center. El Forum de Inglewood. Este sí que es un estadio deportivo de los de verdad. Ahora utilizado otro tipo de lides e historias, guarda todo el glamour que atrajo a la gente guapa de Hollywood hasta este barrio obrero y de poca categoría a deleitarse con el baloncesto de algunos de los mejores jugadores de la historia de este deporte: Chamberlain, West, Kareem y sobre todo, el hombre que supo conjugar la magia de este deporte con el Show de esta ciudad, MAGIC JOHNSON. No hay palabras, no sabría como describirlo. Simplemente ver ese estadio por fuera y fui niño de nuevo: fui FELIZ!!!
Tras esta incursión... Aeropuerto de L.A. y otra historia más que os llegará de parte de otro de los routeros. Siento tanto rollo pero tres días en una entrada es mucho. Así que os dejo por hoy.
Besos y abrazos para todos, se os quiere y echa de menos.
--LEER ENTRADA COMPLETA--